La ruta discurre alrededor de la cuenca del Cerneja, tanto en las crestas que la cierran hacia Soba y a Montija (con sus parques eólicos) como por sus laderas y ribera del río, salpicadas de cabañales auténticamente pasiegos, a pesar de encontrarnos ya muy al este. El río, de manera natural acabaría tributando al Trueba y posteriormente al Ebro, pero gran parte de su flujo acaba siendo desviado artificialmente hacia el Embalse de Ordunte, y tras servir para el abastecimiento de Bilbao, acabará en el Cantábrico. Así las aguas de esta cuenca acaban en dos mares diferentes. Una ruta variada (aunque complicadilla en ciertos enlaces), con vistas espectaculares y unas cabañas que no tienen nada que envidiar a los Valles Pasiegos, que recorre 26'4km con 1168 metros de desnivel acumulado, resueltos en poco más de 8 horas, con alguna paradilla a disfrutar del paisaje.
Las partes más sencillas de la ruta son el inicio y el final. Inicio en que saldremos desde el pequeño área de descanso al lado de los puentes de Agüera, para subir hacia el Pico de Cañoneros, donde seguiremos el parque Eólico de Soba para enlazar a la altura de Ocejo con una pista que nos lleve hasta El Avellano. Y final donde tiraremos desde El Cabrero a seguir el curso del Cerneja, cruzándole un par de veces, hasta alcanzar la aburrida y pedregosa pista (algo más abajo de Bustabarniz) que lo seguirá hasta el punto de inicio en la carretera general.
La parte complicada es la conexión entre todoslos cabañales cercanos al Cerneja, ya que nos moveremos entre sedos, senderos y camberas semi-abandonadas para visitar los cabañales de Cuvíos, El Herbero, Pedrosa y Covachos. Desde el último ganamos la crestería para acercarnos al Parque Eólico de Montija, a la altura del Portillo de Bustihierro, donde la dejamos para bajar al caserío del mismo nombre para alcanzar el cabañal de El Cabrero.
Salimos del pequeño área de descanso al lado de los puentes de Agüera, retrocediendo unos 150 metros en dirección al Puerto de Los Tornos.
A la izquierda de la carretera encontramos un cierre y una señal que informa de que el camino es solo para vehiculos autorizados.
Cruzamos el cercado y vemos a mano derecha como se extiende una pistilla entre los pinares, que seguiremos.
Comenzamos a subir por la pista, que más parece un enorme cortafuegos.
En algunos momentos la pista se aparta algo del supuesto cortafuegos, para evitar desniveles.
A medida que vamos subiendo, vemos ya al fondo el Pico Cañoneros al fondo, adonde nos dirigiremos.
Mientras seguimos subiendo encontraremos una pista a la izquierda que ignoramos y que lleva al cabañal de Fuenteprovedo.
Seguimos de frente por la pista, apartándonos un poco del cortafuegos.
En cierto momento la pista gira a la izquierda, momento en el que aprovechamos para recuperar la dirección inicial, ahora ya tosca pistilla en vez de cortafuegos.
Así llegamos a una portilla, que traspasamos...
...para seguir avanzando por el borde de un estacado que surge a nuestra derecha.
Un poco más adelante aparecen los molinos del Parque Eolico de Cañoneros, y lo más cómodo sería aprovechar los prados desbrozados para alcanzar la cima a derecho.
Pero en vez de ello, seguimos el estacado para ver qué tal se sigue el senderillo que lo acompaña.
Tras pasar una zona muy encharcada, nos llegamos ya hacia uno de los molinos.
Abajo queda el centro de transformación y la zona de Retortío, y enfrente surge una vista espectacular de la parte baja de Soba.
La vista a la izquierda tampoco se queda corta, con toda la parte alta, los macizos de la Lusa, Collados del Ason, Hornijo... a la derecha está todavía cubierta la divisoria burgalesa de Carranza, pero el Zalama lucha con la niebla y al rato queda despejada toda la crestería carranzana.
Habiendo ya los molinos, giramos a la izquierda y tomamos por las cómodas pistas de servicio de los mismos, gozando de las vistas.
Tras darla vuelta a la loma de decir adios al pico, cruzamos un paso canadiense y se presenta el parque eólico en toda su longitud. A la izquierda vemos el de Montija y al fondo aparece la base militar abandonada del picón Blanco.
Continuamos adelante por la pista de los molinos, mientras abajo a nuestra derecha surgen las cabañas de Fuenteprovedo.
A nuestra izquierda queda Cerecíos y la Llana el Acebo, aparte de las buenas vistas de Soba.
La pista da un giro a la izquierda pero no tenemos porque seguirla para bajar hacia Ocejo, cuya cabaña se ve abajo a la izquierda. Tiramos a derecho...
...siguiendo la conducción subterránea de alta tensión.
Llegamos al pequeño collado y continuamos por la pedregosa pista, dejando la cabaña de Ocejo a la izquierda.
Abajo ala izquierda, cerca del río, vemos ya el cabañal de El Cabrero, por donde pasaremos más tarde.
Continuando la pista, antes de volver a ganar la crestería con los molinos, se abre una pista de tierra a la izquierda, que tomaremos.
Por ella llegamos en unos minutos al cabañal de El Avellano, teniendo a la derecha el de Pedrosa, y enfrente, El Herbero. Al fondo se intuye el de Cacerneja, mientras se va cerrando de nubes.
Hacemos una parada en esta cabaña para hablar un rato con gente de la zona de Villar, consultar toponimia y caminos. Los lobos, trending topic de la zona, acaban apareciendo en la conversación, y el comentario "¿pero no llevas ningun arma para los lobos?" deja algo de mal cuerpo.
Seguimos adelante por la pista, hacia la siguiente cabaña que vemos a la derecha...
...e ignorando una camberilla herbosa a la izquierda que nos llevaría aún a otras dos cabañas del grupo, mientras El Herbero nos queda casi a tiro de piedra.
Continuamos nuestro camino sobrepasando la siguiente cabaña...
...pero no seguimos ninguno de los ramales de pista que suben hacia los molinos, sino que nos dirigimos a un sendero que aparecerá a la izquierda.
En esta imagen vemos el sutil sendero a la izquierda.
El trazado no es muy amplio...
...y en algún momento molestan los escajos, pero se sigue bien y el objetivo es claro: la cabaña que tenemos enfrente. Al fondo se ve Cacerneja, y a nuestra izquierda la cabaña de Cuvíos.
Llegamos sin problemas a la cabaña deseada, que tiene un curioso callejo de entrada...
...aunque no está en muy buenas condiciones.
Ahora intentaremos continuar por el prado hacia adelante, y aunque parece no haber camino, intentaremos llegar a Cacerneja para despues volver a la cabaña de Cuvios. Un sedo nos hace alentar esperanzas de cruzar el pinar que tenemos enfrente y subirnos a Cacerneja...
...pero nada más llegar al final del prado desaparece toda esperanza y seguimos un sedo al otro lado del muro que no hace más que bordearlo.
Así vamos invirtiendo la dirección,y acercándonos a la cuenca del arroyo, con la intención de bajar al mismo y pasar a los prados de la cabaña de Cuvíos.
La decepción de no poder cruzar hacia Cacerneja desaparece al encontrarnos con un sorprendente puente que salva el arroyo. Este, como el puente de Bustapasante, sorprende, por lo alejado de su situación y lo bien (a pesar de su sencillez) que está construido.
No parece haber más remedio que subir por el prado, así que nos ponemos manos a la obra...
...para enlazar una camberuca...
...que parece subir del puente y no hemos visto, al otro lado del muro.
Algo más adelante vemos lo que parecen corrales y cuvíos, de lo que puede venir el nombre de la zona.
A nuestra derecha sigue subiendo la camberuca...
...que nos deja en el prado superior donde encontramos una compleja e interesantísima cabaña.
Encima de ella podemos ver la silueta de la base militar abandonada del Picon Blanco.
Disfrutamos un rato de la cabaña...
...y su compleja arquitectura.
Un detalle nos deja sorprendidos: la trabajada aldaba de la puerta de la cabaña. Podemos encontrar este mismo estilo en otra cabaña de Cacerneja.
Desde aquí giraremos a la izquierda para bajar hacia el arroyo que oímos abajo, pudiendolo hacer cómodamente por el prado, en vez de pasar el muro y buscar la manera de bajar por entre el asqueroso helechal y argomera, donde al menos compensamos el esfuerzo con la sorpresa de una cierva que estaba escondida a pocos metros.
Cruzamos el arroyo...
...y comienza un claro sendero por el bosque.
El sendero se va haciendo ya visible cambera que se anda cómodamente pero viene a la cabeza el comentario sobre lobos y armas, y el cerebro responde mostrando el final de la película The Grey, con Liam Neeson empuñando un cuchillo en una mano y con botellas rotas atadas con cinta aislante en la otra.
Apretamos el paso para salir del bosque y entramos ya en el cabañal del Herbero, cuyos prados tienen una inclinación importante.
Pasamos de ganar altura y continuamos por el sendero para dirigirnos a otra cabaña que vemos adelante...
...teniendo cuidado de no meter la bota en algun charco y perderla.
La cabaña también tiene una planta interesante, pero está en pura ruina.
Seguimos el sendero para dar la vuelta a la loma...
...y encontrarnos con un pequeño núcleo mejor conservado.
A la derecha se encuentran dos cabañas fundidas, una de ellas con chimenea, lo que denota su caracter de vividora...
...encima de las cuales continuan los empinados prados que prometen acceso directo a Covachos.
Sin embargo de frente vemos el cabañal de Pedrosa adonde nos desviaremos primero.
Echamos un ojo a la también compleja pero ruinosa estructura a nuestra izquierda...
...y continuamos camino para rebasar un tosco bebedero.
Mientras la niebla va tomando la crestería de Montija, nos acercamos al siguiente cauce...
...que se cruza tranquilamente y donde disfrutamos de una corta pero bonita cascada.
Al otro lado el camino se difumina pero tomamos un grupo de arboles como referencia para subir en diagonal aprovechando el sendero que pasa a ser sedo y luego nada.
La zona arbolada es algo marismeña y seguimos adelante...
...para encontrarnos con poco camino, más que subir hacia el siguiente grupo de árboles.
Llegamos a ellos sorteando helechos y escajos, no demasiado altos.
Al llegar a los árboles ya hay sedos que nos llevan hacia arriba, donde vemos ya algunas cabañas.
La más cercana es sólo muro, pero la segunda es una auténticajoya, con posaderas laterales, entrada a la cuadra rebajada, etc...
Seguimos ascendiendo usando los muros como referencia...
...mientras a nuestra izquierda hay más cabañas en los prados, y a la izquierda vemos El Avellano (donde hemos estado) y abajo al fondo Bustabarniz (adonde bajaremos dentro de un rato).
La siguiente cabaña en ascenso, además de chimenea,...
...sorprende con una muy bien reabajada entrada a la cuadra.
Giramos ahora a la derecha para enfilar hacia Covachos, que aparece al fondo, mientras la niebladespeja y deja ver de nuevo la base militar abandonada.
Pasamos un tosco chozo con el tejado caído...
...y llegamos a la ultima cabaña del grupo, con Covachos al fondo.
Adelante hay una vaca que parece querer indicarnos el camino hacia el bosque....
...en el que entramos siguiendo un sendero que va perdiendo claridad poco a poco, y con muchas raíces de árboles en ciertas zonas, y de escajos en otras, que hacen el avance algo asquerosillo.
Al final parece que hasta perdemos todo sendero...
...y nos acercamos a un pequeño barranquillo.
Tras él, tan cerca, pero tan lejos, las cabañas de Covachos. Atravesamos el asqueroso helechal...
...que nos separa del cauce principal a salvar.
Algo cansados de la zona, en vez de girar a la derecha y entrar a la cabaña que se ve aalí, subimos a cañón por la escajada ladera, mientras la niebla cubre el grupo.
Disfrutamos de las cabañas más cercanas al barranquillo...
...aunque están en muy mal estado todas ellas.
Toca ir subiendo por el prado,...
...para disfrutar del siguiente conjunto de cabañas.
La estampa sorprende por lo pasiego, a pesar de lo alejados que estamos del núcleo de la pasieguería...
...pero a cualquiera le comentas que estás por Pandillo o Rucabao, y no tendrían por qué dudar.
Subimos a la siguiente cabaña, con chimenea...
...y continuamos ascendiendo para ganar una llana.
Al llegar a esta pasamos una tosca cancela...
...y enganchamos a mano izquierda una pista, mientras pasan a toda ostia dos ciervas que vienen corriendo desde El Herbero como si les fuera la vida en ello.
La pregunta ¿de qué huyen? surge mientras la niebla se mete y avanzamos por la pista...
...para enlazar con una pista de servicio del Parque Eólico de Montija a pocos metros de la carreteruca que lleva a la derecha hacia la base militar abandonada.
Tomamos a la izquierda por la pista, mientras observamos abajo lo que podría haber sido un sedo más claro de Pedrosa a Covachos, algo más arriba del que hemos tomado.
Seguimos adelante mientras aparece enfrente el parque eólico...
...al que bajamos por la pista cómodamente.
Al llegar a la caseta de servicio y centro de transformación, nos encontramos en el Portillo de Bustihierro...
...así que giramos a la izquierda para encontrar una camberuca que nos lleva al bosque.
Entramos en él y se abre una cambera bien clara, pero algo embarrada.
Evitamos un desvío a la izquierda...
...y continuamos disfrutando del precioso pero algo tenebroso bosque, mientras Liam Neeson vuelve a rondar la cabeza.
Al poco salimos a zona ya más despejada...
y la cambera pasa a ser un marcado sendero con bastantes piedras.
Al dar la vuelta a la loma el camino gira para descender directamente a una pequeña braña, de donde salen corriendo un grupo de yeguas. Enfrente tenemos OCejo.
A la derecha surge una ruinosa cabaña,...
...de Bustihierro.
Bordeando el prado se ve un sendero en descenso...
...que nos mete en un tramo de precioso bosque, mientras a la izquierda sigue a la vista el impecable muro de la finca.
El sendero de bajada es ya una amplia cambera, y lo seguimos en descenso.
Tras un par de curvas, la cambera se hunde un poco en su zona central, y es el momento de andar al loro, para abandonarla y tirar al cabañal de El Cabrero.
En la imagen vemos el camino de bajada a la izquierda y el sutil desvio en la derecha, por donde tiramos.
Si hemos tomado bien el sendero sutil se torno embarrada cambera y surge el estacado de cierre de una finca.
Vamos siguiendola con cuidado, ya que hay retales del antiguo alambrado ocultos por el suelo, y el pastor eléctrico suelta unas ostias espantosas. Así llegamos a una simplona cabaña.
Continuando adelante llegamos al núcleo central del cabañal de El Cabrero...
...y vemos las cabañas a las que nos dirigiremos tras cruzar el arroyo del mismo nombre.
A la derecha sepueden ver más, y podríamos bajar directamente a ellas...
...pero cruzamos el arroyo...
...y accedemos a las dos cabañas citadas.
Despues de la complejidad de otros cabañales, éstan resultan algo simplonas...
..y seguimos adelante por un embarradisimo sendero que bordea el estacado de su prado.
Parece que el camino mejora...
...y enlazamos ya una visible cambera que debe de venir de Pedrosa. En la imagen vemos la cambera a la izquierda y el sendero por donde hemos venido a la derecha.
Algo más abajo enlazamos otro ramal de cambera. En la foto vemos a la izquierda por donde bajamos, y a la derecha el otro ramal.
Seguimos descendiendo en dirección al cauce del Cerneja, evitando algun obstaculo.
Llegamos de nuevo al arroyo de El Cabrero, que cruzamos sin problemas...
...para bajar por una pistuca hacia el Cerneja.
Parece haber un desvío de la pistuca a mano izquierda...
...que da a un algo oculto pero imponente puente sobre el río, que salva un barranquillo bastante profundo.
Si continuáramos la pista, no encontraríamos con un vadeo del río, encima con pastor eléctrico potente.
Volvemos entonces, cruzamos el río, y a pesar del evidente senderillo en ascenso (que nos llevaría hacia Bustabarniz, o Costaberniz, según quién te lo pronuncie), nos hacemos a la derecha...
...para ganar de nuevo la pista ribereña.
El trazado de la misma es clara...
...y pasamos un pequeño arroyo lateral sin problemas.
Nos movemos por el borde de las fincas de Bustabarniz...
...y nos encontramos con otro vadeo del Cerneja, que solucionamos bastante bien, igual que el paso del pastor que también hay aquí.
La pistuca continúa...
...y circulamos ahora por lo que parece más un estrecho prado que una pistuca.
Llegamos al último vadeo, y el que más pide en cuanto a ejercicio circense, pero lo superamos...
...y comenzamos un pequeño ascenso.
Así llegamos a la pista que viene de Bustabarniz y nos llevará ya sin mayores historias de vuelta a los puentes de Agüera.
En la imagen vemos a la derecha la pista principal, y a la izquierda la pistuca que nos ha tráido al lado del río en todo momento.
Nos quedan unos pocos kilómetros para cerrar el circuito, así que comenzamos a descender por la pista.
Cruzamos un pequeño arroyo lateral, con cuidado ya que parece simple pero resbala bastante.
Entramos en un agradecido y fresco tramo de bosque...
...y estamos ya en la Cabaña de la Canal.
Tras una última prueba de destreza para evitar mojarnos...
...dejamos atrás la cabaña, mientras encima se intuyen las Casas de Fuenteprovedo.
El camino, bonito callejo, deja de serlo, y tras finalizar la finca, vemos un desvío que no tomamos a la izquierda. Seguimos adelante por la pista principal...
..que se acerca al bonito cauce.
Tras otro corto tramo de bosque,...
... el camino continua cerca del río pero su firme es ahora de asquerosas roquillas de cantera, que sufriremos hasta el final.
Más adelante el terreno se abre...
...y su quisiéramos cruzar de orilla y estamos atentos, veremos un tosco cruce a la derecha.
Llegando ya cerca del destino, se ve una ruina más moderna comida por la maleza...
...y evitamos un desvío a la derecha que nos lleva al río.
Un poco más adelante podemos girar a la izquierda y llegar al cierre al lado de la general por donde empezamos el día, pero tomamos a la derecha.
Caminamos por el borde de los pinos mientras se intuye ya la carretera...
...y superamos un cómodo cierre para completar el circuito y terminar un completísimo día.
Adjunto un archivo gpx grabado con un Garmin Oregon 550. Un saludo!