Distancia aprox.: 18,5 km
Duración arpo: 6h 45min
Desnivel: 960 m
El recorrido propuesto a continuación discurre íntegramente dentro de la Reserva Regional de Caza y del Espacio Natural de la Sierra de la Demanda. Una zona que atesora inigualables atractivos, por lo que el esfuerzo de algo más de 6 horas de marcha que requiere su realización se verá plenamente recompensado.
Así, desde Pineda de la Sierra hasta el pico Mencilla, disfrutaremos de uno de los pueblos mejor conservados de toda la comarca y su rico pasado histórico, de los espectaculares paisajes cuajados de vegetación que lo rodean y la fauna que habita en ellos, y de impresionantes vistas y formaciones geológicas interesantes.
Para ponernos en ruta nos encaminamos hacia la ermita de El Cristo situada al suroeste del pueblo cruzando el puente sobre el Arlanzón.
Pasada la ermita, continuamos por un camino que se dirige hacia la derecha, paralelo al río, coincidiendo con el antiguo trazado del ferrocarril minero. No deben despistarnos los desvíos que surgirán por nuestra izquierda.
En esta parte del recorrido predominan los robles, y arbustos como el majuelo, el rosal silvestre y el acebo, especie protegida de cuyos frutos otoñales dependen numerosas especies animales. Mientras, en el Arlanzón, abundan los sauces, y en el mismo cauce podremos sorprender al mirlo acuático o contemplar las siluetas de algún grupo de truchas.
Seguidamente cruzamos el arroyo San Llorente, que vierte en el Arlanzón las aguas de los manantiales cercanos al pico Riscal, para después, a pocos metros, abandonar el trazado del ferrocarril, tomando el camino que surge a nuestra izquierda, y que paralelo al cauce del arroyo y a una hilera de chopos que crece junto a una linde de piedra, nos lleva hacia la Sierra.
En estas zonas de pie de monte, todavía se escuchan las voces y silbidos de pastores conduciendo los rebaños de ovejas entre los pastos y las tenadas. Más arriba hallaremos dos de estas construcciones, la primera es más bien una nave ganadera a la que se accede por un desvío a la izquierda que ignoraremos, y la segunda es la tenada de la Cabezada que aún conserva el encanto y rusticidad que dan materiales como la piedra y la madera.
Continuamos, dejando la tenada a nuestra izquierda, ascendiendo entre rebollares. Después de caminar aproximadamente 1 km. descubriremos un claro desde el que se divisan hacia el norte y de oeste a este, los embalses del Arlanzón y Uzquiza, las cumbres del Trigaza y San Millán, y al fondo la Demanda riojana.
El camino termina en un cortafuegos que remontaremos pausadamente hasta la base del último y más fuerte repecho donde nos saldremos hacia la derecha por otro camino que se adentra por unos instantes en el pinar.
Este nos dejará en un collado situado en la parte de atrás del Riscal a escasos 200 m. de su cima. Pocos son los árboles que se aventuran por estas alturas, debido a las duras condiciones climáticas que impiden su crecimiento, configurándose así el paisaje típico de alta montaña dominado por pastizales y afloramientos rocosos.
Para alcanzar la cima del Mencilla, desde los 1.682m de altitud del Riscal seguiremos el cordal que une las cuatro o cinco cumbres que nos separan de ella. En el primer collado encontraremos un refugio de cazadores, y es que en la espesura del bosque donde hace siglos era cazado el oso, hoy son abundantes especies cinegéticas como el corzo, el ciervo o el jabalí.
Después de superar el vértice geodésico del Plantizo, situado a 1.781m, llegaremos a la siguiente cumbre donde se encuentra una pequeña caseta desde la que se puede descender buscando una pequeña senda al Area Recreativa de Fuente Esteralvo. Aunque si las fuerzas acompañan merecerá la pena realizar un último esfuerzo para ascender hasta el Mencilla.
Tras un merecido descanso en la mejor atalaya de la sierra (1.932 m de altitud), descenderemos por el desmonte de la pista de esquí de la estación de Vallesol, hasta el aparcamiento.
Desde allí alcanzamos sin problema la pista que nos conducirá al área recreativa de Fuente Esteralvo donde a la sombra de hayas centenarias podremos descansar y coger agua.
Retomando de nuevo la pista comenzamos a descender suavemente entre frondosos hayedos, que poco a poco irán dando paso al robledal hasta desembocar en la ermita del Santo Cristo ya en Pineda.