Este sendero local cruza el Monte Buciero de este a oeste, y sirve como ruta de acceso rápido al centro del bosque, a la zona de 4 Caminos y el Faro del Caballo, o estando en dichas zonas, de acceso a la zona del Helechal y Fuerte del Mazo, adonde llegan pistas cementadas y una carreteruca, si tenemos necesidad de abandonar el bosque rápidamente. Si bien no es el único camino que cruza la zona, ni el más bonito, ni el que menos altura pierde y gana, sí es el más ancho y en mejor estado (debido a su origen militar), y la señalización, aunque ha sido en parte destruida, es bastante buena y apenas hay lugar en el que perderse, ya que se mantiene la dirección en casi todo momento.
Si nos encontramos en la zona de 4 caminos, tenemos que tomar en dirección oeste, a la contra de la bajada al Faro del Caballo. En la imagen, tomada como si viniéramos desde la Casa de la Leña, tenemos que tomar a mano izquierda.
El camino se constituye en amplia cambera.
A medida que avanzamos, encontraremos alguna que otra cata minera en el borde del camino. Ello se debe a que existen numerosas hoyadas donde se practicó actividad extractiva, similar a la de la zona del Valle de los Avellanos, pero quedan ocultas en la zona derecha, ocupadas por el bosque.
El camino da algún mínimo zigzag, apareciendo a mano derecha algún claro en el bosque, que indican la presencia de antiguos cierros (si estamos atentos, veremos incluso una pequeña estructura circular de piedras), cercados dedicados a la ganadería, que forman una caótica red de claros casi ocupados por los árboles.
Ignoramos los claros, y poco después un tímido sendero a mano izquierda (y que conectaría entre el bosque con el conocido camino blanco)...
...y continuamos con otro pequeño zigzag donde se intuyen claritos a mano derecha, que volvemos a ignorar, hasta llegar al cruce llamado de 5 Picos. Aunque la señalización ha sido destrozada, el camino a seguir es claro: de frente. A mano derecha tendríamos una variante del sendero de Culminaciones del Buciero, que nos subiría a la Atalaya, y a la izquierda los dos ramales del camino blanco (el que lleva a la Poza del Agracio, y el que se juntará en las trincheras con nuestro trazado, tras pasar la subida a la Torca).
Comienza ahora una poco pronunciada pero continuada bajada por el medio del denso bosque...
...donde encontraremos un par de pequeños paneles explicativos.
Al rato llegamos a una hoyada donde vemos una zona de claro a mano derecha (donde había más cierres en el pasado, e incluso se proyectó el albergar un polvorín)...
...y nos enfrentamos a una pequeña cuesta para salir de la misma.
La cuesta pronto nos saca del bosque...
...y nos deja en un colladete, conocido popularmente como las trincheras (había estructuras de control de paso en época napoleónica), donde continuamos de frente, ignorando los tímidos caminos blanco, de Monmejano y de los Gandules, que pasan casi desapercibidos a ambos lados, para comenzar a descender.
Tras perder un poco de altura, llegamos a la zona de El Portillo, donde vemos el antiguo camino francés a La Cabaña a mano derecha, cegado y cerrándose de maleza tras el infructuoso intento de recuperarlo, y continuamos adelante...
...para rebasar la Casa de Lipe, donde nos encontraremos una curiosa instalación de sonido en el tronco de un árbol.
Una vez pasada la casa, perdemos altura por un zigzagueante camino, donde ignoramos los senderillos laterales a mano izquierda (que llevan, algo sucios, a la zona del Caracol)
...y tras rebasar los muros de unas antiguas construcciones, giramos a la derecha para estabilizar la pendiente.
El sendero ahora corre en paralelo a las fincas del Helechal, donde vemos el antiguo polvorín homónimo (declarado como BIC pero usado de establo donde las vacas pisan el entarimado original)...
...y en pocos minutos enlazamos la pista cementada que baja por la derecha hacia el Dueso y Berria, y por la izquierda nos dejaría en el Fuerte del Mazo, y la carreteruca que baja por la falda del monte hasta San Martín.
Un saludo!